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Diversión sobre la nieve para aficionados al esquí y amantes de la naturaleza
Pocos países tienen tanto que ofrecer en invierno como Noruega. Hay planes fantásticos para todos los públicos: tanto para los aficionados al esquí como para los amantes de los paisajes naturales.
Esquí alpino y estaciones de esquí
En invierno, Noruega se convierte en un auténtico paraíso para los amantes del esquí. Las principales ventajas de venir a esquiar a Noruega son una nieve de condiciones inmejorables y una temporada larga que se extiende hasta mediados de abril. Es fácil dar con estaciones de esquí de menor tamaño y demanda que las de muchos otros destinos europeos. Y en muchos casos existen opciones de alojamiento prácticamente a pie de pista, con precios similares a los de otros países de la Europa occidental. Todas estas ventajas, que te garantizan la máxima comodidad y menos esperas, hacen de Noruega un destino ideal para disfrutar del esquí solo o en familia.
Gente de todos los niveles encontrará aquí un destino de su agrado:
- Todas las estaciones de esquí de Noruega son aptas para toda la familia, pero para aquellos que buscan centros de esquí más pequeños y acogedores recomendamos los de Beitostølen, Skeikampen y Hafjell
- Para disfrutar tanto sobre los esquís como fuera de la pista, algunos de los mejores apres-ski son los de Trysil (el resort más grande de Noruega), Hemsedal o Norefjell
- Para los más aventureros, las zonas de esquí fuera de pista más famosas son las de Myrkdalen/Voss y Stranda, cerca de Ålesund
- Y si la idea es añadir diversión sobre la nieve a una escapada urbana no hay más que ir a Tryvann, en Oslo, a Narvikfjellet, en Narvik, o a alguno de los resorts en los alrededores de Lillehammer (Hafjell, Kvitfjell, Sjusjøen y Gålå).
Esquí de travesía y snowkite
Para liberar más adrenalina, en Noruega también se pueden practicar otras actividades de invierno, como el esquí de travesía y el snowkite. Noruega puede presumir de contar con mil y un recorridos –de todos los niveles–, para hacer esquí de travesía, también llamado esquí de montaña. Recuerda, eso sí, que la seguridad es lo más importante: no dudes en tomar algunas clases para aprender lo más importante antes de adentrarte en la salvaje naturaleza noruega.
Esquí de fondo
En Noruega se puede practicar el esquí de fondo prácticamente en todas partes, pero muchos de los destinos más visitados se encuentran en la Noruega de los fiordos. Entre ellos, Lillehammer y Gudbrandsdalen, que disponen de excelentes recorridos y posibilidades de combinar el esquí con otras muchas actividades.
Aquellos que no son apasionados del esquí no tienen por qué preocuparse: hay mil y una formas de disfrutar de Noruega en invierno, y muchas no necesitan esquís.
Raquetas de nieve
Gracias a las raquetas de nieve, el denso manto blanco que cubre Noruega en invierno ya no es un obstáculo si se quiere salir de excursión o a dar un largo paseo. Lo mejor es contratar los servicios de un guía con experiencia, para aprender bien a caminar con ellas y descubrir lugares espectaculares que dejan a uno con la boca abierta.
Trineos de perros
Si siempre has soñado con deslizarte sobre la nieve tras una manada de perros llenos de vitalidad, Noruega brinda precisamente esa posibilidad. Deja que los huskies te lleven a rincones incomparables. Prueba a marcarles el ritmo tú mismo, como conductor, o disfruta del viaje como pasajero, cómodamente acurrucado en el trineo.
Patinaje sobre hielo
Uno de los mejores planes para disfrutar en familia del invierno noruego es patinar sobre el hielo en alguna pista o sobre un lago helado. Es una actividad apta para todos los niveles. Y en las pistas públicas ni siquiera necesitas traer tus propios patines, ya que los puedes alquilar allí. En caso de que prefieras hacerlo sobre un lago, sí debes disponer de tu propio equipamiento. Asegúrate de que no existe ningún riesgo: en caso de duda, mejor no arriesgar.
Safaris de fauna
Los safaris al estilo nórdico están disponibles todo el año. En invierno te ofrecen la posibilidad de ver de cerca a criaturas impresionantes como ballenas, orcas, cangrejos reales y bueyes almizcleros. Para observar a la fauna noruega en su hábitat natural, lo mejor es ir al norte del país. Allí es donde se encuentran los famosos cangrejos reales, una exquisitez que es obligado probar. En Vesterålen y Tromsø puedes apuntarte a una excursión guiada para ver ballenas. Y es que aquí, en la parte septentrional de Noruega, lo único que te separa de estos maravillosos animales es un corto trayecto en barco.
Pesca en el hielo
Haz un agujero en el hielo, suelta la caña bajo el agua y saborea la tensa espera. No hay nada como esa fascinante sensación que recorre tu cuerpo cuando ansías que un pez muerda el anzuelo. Pero sé prudente: sigue las instrucciones de los guías y aléjate del hielo ante la mínima sospecha de que no sea estable.
Para una aventura sin igual, ve entre enero y abril al Norte de Noruega para participar en la famosa pesca del skrei, una especie de bacalao migratorio de gran tamaño.
Saunas
No hay invierno sin un refrescante chapuzón y una sauna para entrar en calor. Esa sensación de bienestar que da el vapor tras sumergirte en las gélidas aguas es algo que no se puede expresar con palabras. Por suerte, cada vez hay más saunas al aire libre en Noruega, y en todas las zonas del país. Así que ármate de valor, zambúllete y disfruta de la sauna con unas vistas impresionantes. Otra opción, para los menos atrevidos, es darse una refrescante ducha tras el baño de vapor...
Las noches de invierno en Noruega son largas… ¡pero eso no significa que no haya luz en el cielo! Y es que, en los lugares adecuados, se pueden admirar las luces del norte bailando sobre nuestras cabezas; un espectáculo digno de ver. El Norte de Noruega es, precisamente, uno de los mejores lugares del mundo para apreciar este fenómeno mágico.
Las auroras boreales pueden observarse con cielos oscuros y despejados. El escenario ideal para salir a cazar auroras son noches frías y secas entre octubre y marzo. Y para tener las máximas opciones de verlas, lo mejor es contratar los servicios de un guía. Estos son expertos en interpretar las condiciones climatológicas y saben llevarte a los mejores lugares para ver las mágicas luces.
Y ya que estás en el remoto norte, no pierdas la oportunidad de combinar tu excursión para ver las auroras boreales con otros planes de invierno, como un safari de fauna, esquí, senderismo o un paseo en trineo de perros.
Pon a prueba tus conocimientos
¿Has llegado al final del módulo? Repasa lo aprendido con este test.
¡Correcto! Y estas son solo algunas de las ventajas: no olvides que, además, la nieve está garantizada y abundan los alojamientos a pie de pista con todas las comodidades.
Vaya, esta pregunta no la has acertado.
¡Excelente! El invierno en Noruega significa mucho más que esquiar. Tanto los aficionados al esquí como los que no lo son tanto tienen muchas opciones para pasárselo en grande.
Vaya, esta pregunta no la has acertado.
¡Correcto! La estación de esquí de Trysil también está indicada para familias, pero se trata de la más grande del país.
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