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Principales ciudades de invierno en Noruega
¿Qué ciudades noruegas recomendarías a aquellos clientes que desean viajar en invierno? Oslo, Lillehammer, Tromsø, Bergen, Ålesund, Trondheim y Bodø son apuestas seguras si lo que se busca son excelentes planes culturales y proximidad con la naturaleza.
En Oslo, la capital, la oferta de eventos culturales, museos y exposiciones es enorme en toda la ciudad. Solo una visita al nuevo museo MUNCH, de 13 pisos, hace que el viaje merezca la pena. Y a nadie sorprende que Oslo disponga de la variedad de restaurantes y locales de ocio nocturno más amplia de toda Noruega.
A partir de mediados de noviembre, resulta muy fácil contagiarse del espíritu navideño en Oslo gracias a los mercadillos navideños que ocupan sus calles. Uno de los más grandes y singulares es el que acoge el Museo del pueblo noruego los dos primeros fines de semana de diciembre. Allí, además de los muchos puestos y talleres, podrás conocer de primera mano cómo se vivían las Navidades en Noruega en diferentes épocas históricas.
Una de las mejores cosas de Oslo en invierno es que resulta facilísimo combinar las ventajas de una gran ciudad con fantásticos planes al aire libre… ¡gratis! Y es que la capital está rodeada por una amplia zona boscosa con más de 2.000 rutas acondicionadas para practicar esquí de fondo. A lo largo del camino puedes tomar un café y un delicioso bollo en una de las cafeterías en pleno bosque. Otra parada obligada es la famosísima rampa de Korketrekkeren, de dos kilómetros de largo y que sale de la estación de metro de Frognerseteren. Si prefieres no salir de la ciudad, una buena opción es ir hasta la pista de patinaje sobre hielo de Spikersuppa. Allí mismo puedes alquilar unos patines y pasarlo en grande.
En caso de que el tiempo no acompañe, el centro de esquí bajo techo SNØ permite disfrutar de actividades sobre la nieve como esquí de fondo, snowboard, o escalada sobre el hielo, entre otras muchas. No importa si se es experto o principiante. SNØ está a un corto viaje en tren o autobús del centro de la ciudad.
Si existiese una competición para decidir cuál es la mejor ciudad de invierno de Noruega, Lillehammer sin duda ocuparía uno de los primeros puestos. La ciudad ganó fama internacional gracias a los Juegos olímpicos de invierno de 1994 y a la serie de Netflix Lilyhammer, ambientada en la localidad noruega. Una de sus principales virtudes es su ubicación junto a algunas de las mejores estaciones y resorts de esquí de Noruega: Hafjell, Kvitfjell, Skeikampen, Sjusjøen y Gålå.
Lillehammer tiene cientos de cosas que ofrecer a quien la visita: restaurantes, ocio, compras y arte. El Museo de arte de Lillehammer (Lillehammer Kunstmuseum) es uno de los principales de Noruega.
Otro plan fantástico es visitar el Museo olímpico noruego, un complejo que permite viajar a través del tiempo para conocer la historia de los Juegos olímpicos. Para los que viajan en familia, el parque de atracciones de Hunderfossen, no muy lejos de aquí, hará las delicias de grandes y pequeños. Está ambientado en los cuentos de hadas noruegos e incluye hasta un hotel de nieve, en el que todo está hecho de hielo.
Vídeo: relájate y disfruta
Conocida por muchos como la capital del Ártico, la animada Tromsø es otro claro ejemplo de destino de invierno. Tromsø es una ciudad universitaria con una vibrante vida nocturna. Aquí el invierno puede llegar a durar hasta ocho meses, por lo que los lugareños saben bien cómo animar el ambiente aunque el sol no se alce por encima del horizonte.
Para los que gustan de planes más tranquilos y relajados, aquí hay montones de museos y galerías de arte que descubrir. Y los interesados por el pueblo indígena de Noruega, los Sami, harán bien en reservar unas cuantas horas para visitar la Universidad ártica de Noruega. Sus muestras etnográficas abarcan desde la etapa prehistórica hasta la cultura sami contemporánea.
En el acuario de Polaria tendrás la oportunidad de saludar a focas, siluros y tiburones. El museo polar dispone de muchos materiales sobre la vida de los cazadores de la zona, uno de los principales rasgos identitarios de Tromsø.
La catedral del Ártico (o Ishavskatedralen) es célebre por muchas razones, entre ellas los conciertos que acoge.
Tromsø puede presumir también de una creciente escena culinaria. En su centro urbano abundan los restaurantes en los que disfrutar de platos deliciosos. Algunos ejemplos de las exquisiteces locales que podrás degustar en ellos son pescado seco a la plancha, solomillo de reno o huevos de gaviota.
Por último, pero no menos importante, la naturaleza está aquí siempre a la vuelta de la esquina. Prácticamente avanzando en cualquier dirección se obtendrán vistas increíbles e infinitas posibilidades para disfrutar del aire libre.
Una de las mejores cosas que hacer en Noruega en invierno es viajar hasta Bergen, la segunda ciudad más grande del país, a bordo del famoso tren de Bergen. El recorrido desde Oslo brinda unas vistas maravillosas. Muchos aprovechan ese trayecto para tomar un desvío y descubrir también el espectacular tren de Flåm. Para hacerlo, baja en Voss y coge el bus hasta Myrdal, donde puedes subir al tren de Flåm. Los paisajes que atraviesa te dejarán con la boca abierta, tanto en verano como en invierno.
Otras paradas obligadas en Bergen son los Museos de arte KODE, el acuario y el famosísimo muelle de Bryggen, patrimonio de la humanidad. Hoy en día, Bryggen acoge restaurantes, galerías y pequeñas tiendas.
Mención aparte merece la enorme ciudad de jengibre de Bergen, la más grande del mundo, que se levanta cada año antes de las fiestas navideñas.
Vídeo: relájate y disfruta
Ålesund, en plena Noruega de los fiordos, es igual de impresionante en invierno como en el resto del año. Situada a orillas del océano Atlántico y frente a varias islas, a Ålesund la rodean, además, las montañas nevadas de los alpes de Sunnmøre.
Se trata del epicentro de la cultura en la región y es famosa por su arquitectura de estilo modernista. Los aficionados a la cultura se deleitarán visitando la galería KHÅK Kunsthall, que cuenta con una excelente colección de ilustraciones y grabados de artistas noruegos. También merece mucho la pena vivir de primera mano los conciertos de música en vivo y los festivales que se organizan aquí. En caso de viajar a finales de noviembre, es muy recomendable el festival de música Jugendfest, que se celebra cada año.
Ålesund es, además, un auténtico paraíso para los comidistas, especialmente para los amantes del pescado y el marisco. Muchos de los restaurantes de la ciudad ofrecen en sus menús delicias procedentes del mar.
El invierno es la época del skrei, una especie de bacalao que es aquí a la vez clásico y delicatessen. Otra cosa que se debe probar en Ålesund es el klippfisk, pescado seco y salado que sirve como ingrediente básico para el delicioso bacalao al estilo noruego.
Trondheim ocupa el corazón de Noruega y es el destino perfecto para aquellos interesados en la historia y en la gastronomía. Aquí viven unos 40.000 estudiantes, por lo que no faltan planes divertidos y cosas que hacer. Disfrutar de la música en directo o ir de tiendas en busca de alguna ganga por las coquetas calles del centro son solo dos de ellas. La también céntrica catedral de Nidaros, que se remonta a la era medieval, resulta impresionante.
Algunos de los museos más famosos de Trondheim son el Museo de arte de Trondheim, el Museo de diseño y artes decorativas (Nordenfjeldske Kunstindustrimuseum) y el Palacio arzobispal (Erkebispegården). Otro museo, el de Rockheim, versa sobre una disciplina artística bien distinta: la música popular noruega.
Trondheim presume de una arraigada tradición culinaria, que es posible descubrir en uno de los muchos restaurantes de la ciudad. La oferta gastronómica la completa una creciente variedad de cervecerías artesanales y cafeterías.
No muy lejos del centro se encuentra la extensa zona natural de Bymarka, perfecta para salir a caminar o hacer esquí de fondo en invierno.
Bodø es toda una joya en el Ártico. La ciudad, que goza de un animado ambiente, se prepara para ser en 2024 la Capital europea de la cultura.
Es famosa por sus espectaculares condiciones lumínicas, que la dotan en invierno de esa atmósfera tan especial. Incluso en los meses más oscuros, los escasos rayos de sol dibujan en el horizonte colores que van del azul oscuro al rosa o el amarillo. Esta es, además, una zona perfecta para ver la aurora boreal.
Uno de los mayores reclamos culturales de Bodø es el centro Kulturkvarteret Stormen (algo así como el barrio de la cultura), que incluye una sala de conciertos y una de las mejores bibliotecas de Noruega. Junto al aeropuerto (al que se puede llegar andando desde el centro) se encuentra el Museo de la aviación noruega. ¡Y no te pierdas el fascinante arte urbano que adorna las calles de la ciudad!
Bodø es el sitio ideal para descubrir las tradiciones gastronómicas de Noruega, así como para disfrutar de uno de los pescados y mariscos más frescos que puedas imaginar. Como colofón a tu jornada, toma un buen cóctel en una de las azoteas favoritas de los locales y admira las vistas panorámicas del mar y las montañas.
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¡Excelente! El nuevo museo MUNCH abrió sus puertas en la capital noruega en octubre de 2021.
Vaya, esta pregunta no la has acertado.
¡Excelente! SNØ está abierto todo el año.
Vaya, esta pregunta no la has acertado.
¡Correcto! Además de Lillehammer, Oslo fue también sede de los Juegos olímpicos de invierno, en 1952. Descúbrelo en el Museo olímpico noruego de Lillehammer :)
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